Cuando me preguntan cómo llegué a ser desarrollador de software, siempre les cuento la misma historia. Mi profesión comenzó dentro de agencias de publicidad donde me desempeñé como publicista durante un par de años. Siempre me ha gustado el marketing y el diseño, pero también tengo una gran pasión por las computadoras. Desde pequeño siempre me sentí atraído por el mundo de la informática, así que a los 16 años comencé a programar mis primeros sitios web. Aunque todos esperaban que estudiaría ingeniería informática, decidí estudiar publicidad.

Sin embargo, después de algún tiempo trabajando en el área, me di cuenta de que no era lo que realmente deseaba para mi futuro. Esto me llevó a tomar la decisión de cambiar de carrera. Por primera vez en mi vida me atreví a salir de mi zona de confort para emprender un camino desconocido.

Causa curiosa del destino, fue el estallido social en Chile el que me hizo tomar la decisión definitiva de comenzar a trabajar en el desarrollo de software. Me costó mucho atreverme a comenzar, pero finalmente me puse serio con una meta clara: Desarrollar software de manera profesional. Trabajé duro y demostré mi compromiso con el aprendizaje para alcanzar mi objetivo. Me equivoqué muchas veces, es verdad, pero gracias a eso pude aprender lo que era necesario.

Hace 3 años llegué a Mediastream como diseñador, pero avancé rápidamente como desarrollador. El secreto: Hacer las cosas, arriesgarse y no tener miedo al fracaso. Me enfrenté a los desafíos con entusiasmo y decisión, lo que me permitió crecer profesionalmente. Gracias a esto, hoy me dedico a lo que me apasiona.

En conclusión, el fracaso no es el fin, sino el principio para empezar algo nuevo. Siempre puedes cambiar de carrera si te lo propones y te atreves a arriesgar. Esta experiencia me ha enseñado que hay que ser audaz y no temer equivocarse, sino aprovechar las oportunidades para crecer. Debo recordarme a mí mismo que el miedo a fracasar no debe ser una barrera para alcanzar mis metas.

Espero que esta experiencia te ayude a ser más valiente y que te animes a cambiar tu destino si es que así lo deseas. Cambiar de carrera no es fácil, pero si tienes la motivación y el compromiso en mente, los resultados pueden ser increíbles. ¡Mucha suerte!